La Coalición Religiosa de Carolina del Norte por la Justicia para los Inmigrantes fue formada por el Consejo de Iglesias de Carolina del Norte en respuesta a la creciente retórica y sentimiento antiinmigrantes aquí en Carolina del Norte.

Esta coalición tiene un propósito: recordar a las personas de fe que todas las personas fueron creadas a imagen de Dios. En nuestras diversas tradiciones religiosas, es inaceptable usar, o dejar que otros usen, un lenguaje deshumanizador al describir a seres humanos.

Nuestro llamado religioso es amar a nuestro prójimo y tratar a los demás de la manera en que nos gustaría que nos trataran a nosotros, sean quienes sean, cualquiera que sea su condición. En otras palabras, estamos llamados a ofrecer hospitalidad, no hostilidad.

Esta coalición reconoce que encontrar una solución a la política de inmigración es un asunto complejo y que las personas pueden estar en desacuerdo y de hecho están en desacuerdo sobre las políticas específicas.

Pero nuestras tradiciones religiosas de larga data nos obligan a reconocer la plena dignidad y humanidad en todas las personas. El trabajador agrícola que nos da el pan de cada día, el trabajador de la construcción que nos da un techo, el trabajador de la biblioteca que nos saluda con una sonrisa, todos son hijos de Dios.

Sabemos que algunas personas se opondrán a este punto de vista. Algunos verán “solo otro ilegal” donde vemos a personas cuyas historias son valiosas a los ojos de Dios, hermanos y hermanas que intentan mantener a sus familias.

Los capítulos más oscuros de nuestro pasado son aquellos en los que hemos oscurecido la humanidad de los demás. Como personas de fe, no nos quedaremos en silencio cuando vuelva a suceder.